Ruth García

Mi carta.

Las palabras plasmadas en mi carta,

son un conjunto de emociones reprimidas,

que su única salida fue mediante papel y tinta,

con el objetivo de que sean por ti descifradas.

 

El mensaje es muy secreto e inconfundible,

refleja como mi alegría transmutó a la agonía,

entre lapso de tiempo mi dolor se volvió deplorable,

el entorno se volvió represivo para mi presencia.

 

Cuento con dos hojas de papel maltratado,

una pluma con falta de tinta al escribirte,

“que estoy inerme ante tu aliado”,

es enigmática su estrategia para retenerte.

 

El anonimato es para cobardes y enamorados,

para aquellos que en papel pueden expresar,

y yo no soy la excepción ante ustedes dos,

cuando escribo el dolor que causa el amar.

 

Yo no busque amarte de esta manera,

mi plan era buscar mi fragancia en otra flor,

envolverme en su pétalos hasta la primavera,

donde nacería fresco y juvenil nuestro amor.

 

Si el destino me hubiera escrito que vendrías,

yo no sería anónimo en esta carta discreta,

me hubiera ahorrado las miles de lágrimas,

caídas en el papel ¡cada que el corazón le recita!.

 

Te escribo con la pasión que me incinera el alma,

con el calor que se siente y quema mis venas,

cuando recuerdo que duermes en su cama,

cuando veo que le besas con tantas ganas.

 

De vez en cuando recuerdo el pasado,

me veo más joven y con felicidad,

vuelvo al presente triste y demacrado,

el amarte así me condenó a la soledad.

 

Te escribo en anonimato mi querer,

las emociones cuando estas con aquel,

te expreso cuanto te deseo tener,

y el cómo me destruye que le ames a él