Iru

El café

Eres como una taza de café.

Un día eres cálido,

me despiertas

y me pones de buenas.

 

Cuando no te tengo,

siento que te necesito para completar mi día. 

Eres ese café que acompaña un buen libro...

 

Pero otros días,

eres ese café que ya se enfrió.

Desabrido,

ese café que se quedó toda la mañana 

esperando en la mesa a ser consumido, 

pero que ya nadie quiere porque sabe mal.

 

Ese café que ya no tiene arreglo,

ni aunque lo calientes de nuevo,

ni aunque le pongas más azúcar.

 

Lo único que resulta es preparar uno nuevo...