Cuando niño, remontaba barriletes
quizá quería volar
adueñarme del cielo
para jugar con las nubes
seguir en su vuelo
a las gaviotas
……….
que en lo alto
giraban
sin hacer nada
en interminables vueltas
rozando con las alas
ese suave celeste
del más allá.
Mi barrilete
tenso
me pedía subir
lejos
muy lejos
de mi
……….
pero no lo solté
al viento
que me lo quiso robar.
Las manos
comenzaron a sangrar
por retenerlo
no dejarlo ir.
El viento
enamorado de sus colores
invitaba
a escapar con él
…..
puede que nuevas tierras
otras nubes
y hasta el ancho mar
encrespado
quieran acariciar
sus hermosos colores.
Pero yo no puedo
ni quiero
que se aleje
y me deje en soledad
sin sus colores
ni el hilo
que me une
al cielo.
No te dejaré
no puedo ni quiero
verte partir
en el cielo..., profundo cielo
entre nubes revueltas
y las gaviotas
girando en la eternidad
de la insondable
soledad.
Hoy aún lucho
y mis manos
muestran las cicatrices
de esa obstinación
por el cielo
y las nubes
infinitas en su paso
mientras
las gaviotas
continúan volando
en esos círculos
alrededor de mi corazón
…….
que una vez
fue niño
remontando un barrilete.