José Luis Barrientos León

A mi hija Maria Jose

Un día tu historia creo su primer trazo

Y el tiempo desataba su encanto con nardos y astros

Volaron al cielo aves y galaxias con luces y embrujo

Y tus ojos se abrieron desnudando la vida

 

Tu luz en aquel instante, cautivó las miradas

Pupilas de niña, luceros de encanto

Una historia nueva, algo  deshoja las flores

Algo nuevo hace latir los corazones

 

Pareciera que se detiene el alma,

Que ahogamos nuestras vidas en un suspiro

Pareciera que se inflama la sangre

Que deshilamos nuestra historia con una ilusión

 

Han crecido tus alas, has volado tan alto

Oteas tus sueños, con tu mirada de niña

Y cada paso que has dado, ha sembrado esperanza

Transformando la espina, en rosas y nardos

 

Auroras nuevas te esperan,

Amanecerá los otoños en tu regazo y ternura

Se abrirán de nuevo las rosas al escuchar tu sonrisa

Y asidos de las manos recibiremos el mañana

 

Nuestro lento ocaso y tus sueños que nacen

No será un gusano, serás mariposa

No será silencio, serás la indulgencia de un verbo

No será sonrisa, serás la vida que espera