LeydisProse

REALIDADES MORBOSAS

   

Aquella mujer entro a su habitación 
con una quimono largo y colorado
que por el suelo rodaba mientras a él se acercaba.

Era como siempre la imagino
trigueña, altiva y con curvas que lo trastornaban. 
Su pelo cubriendo lo largo de su garganta 
y el cinturón semi-abierto señalando lo que le esperaba.

Despacio llego hasta su cama, le dijo:
“hoy te hare el amor como nunca te ha pasado”.
Pronto su pelo recogió y le mordió los labios.
De frente lo miro, como si estuviese retándolo. 
Suavemente lo besó como si sanando sus ansias
y el sonido de su saliva contra su barbilla retumbaba.

Ella lo acariciaba de una manera sofisticadamente rara,
con descontrolado control haciéndose dueña de su alma, 
logrando que las intenciones de aquel pobre varón
flotaran como nada la nata dentro de la lata.

Una mujer apasionadamente desquiciada la que por desgracia él amaba. 
Perdida en su pasión los deseos de aquel pobre hombre ella componía, 
mirándolo como si supiera con certitud ser dueña de su hombría.

Le susurraba palabras que no pronuncian las damas,
él enloquecía de amor cuando ella despacito le hablaba..,
con esos acentos cantaito que tan bien imitaba
Diciéndole “dime papiiiitttoo, ¿está disfrutando esta danza?
¿O mejor ya no brinco?

Él la miraba y quería destrozarla, con desesperación la tomaba, 
groseramente la besaba, tratando de tomar control la jalaba y la apretaba. 
Con la respiración ya agotada, perdido en aquel baile de pasión que entre ellos se formaba,
cuando de pronto se escuchó ese maldito sonido que produjo que ella se alejara… 
Frustrado y exhausto se paró para remover las manchas de su cama.

LeydisProse 
1/25/2019
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