En el transcurso de los días
logro despejar
mi mente austera y enloquecida
que añora tus labios besar.
El recuerdo de esa boca rozándome la piel
estremece todo mi cuerpo
sin poderse contener
de los mágicos sueños
de volverte a ver.
Tiempo engañoso
y temible a la vez,
me haz hecho brincar
mi corazón por traer
pasados recuerdos
que quiero olvidar,
labios mentirosos
que besos odió dar.
Y en tanta neblina
de un soplo al azar,
decido que es mejor
dejarte atrás.
El sentir de tus manos,
el suave murmullo de tu voz,
hacen de mis pensamientos
un vaivén de pasión.
Aunque el tiempo pase
siempre recordaré
esos labios penetrantes
que perforaron mi piel de querer.