Ella estaba sorprendida, sólo por curiosidad asistió a aquella plática, ya sus amigas le habían dicho de la efectividad de ese chamán y le insistían que era un brujo blanco, que en nada le afectaría lo que le enseñara a su vida. Nunca quiso abrir puertas que era incapaz de cerrar, nunca quiso tratar de entender lo intangible. Carlos, era además sicoterapeuta, ostentaba tantos conocimientos que cualquiera hubiera pensado que se había vuelto loco de tanto leer, como el Quijote, pero Carlos en lugar de creerse caballero andante se convirtió en un brujo blanco, él les enseñaría todo lo que sabía hasta que ellas tuvieran la habilidad de curar con sus manos ; lo primero que Carlos les enseñó fué a hacer un testeo, a preguntar a su mente inconsciente sí o no, y como dije al principio, ella era muy curiosa preguntó, si esa práctica era real, su cuerpo le envió una señal acortando un dedo a través de un pequeño calambre, otra pregunta ociosa que en el fondo le calaba, ¿Alguien le había hecho brujería? El dedo pulgar derecho se contrajo provocando un dolor, ¿Acaso era un hechizo de amor? , Si, no había duda, es por eso que su voluntad parecía en otro plano... (Continúa)