I
Hace mucho tiempo atrás
Jesucristo dejo su heredad
Para pagar con su muerte
Por todos los pecados del mundo
Y como cualquier vagabundo
Fue vilmente ultrajado
Fuertemente golpeado
Para cumplir con lo encomendado
Por el padre de la gloria
¡Que sacrificio tan excelso¡
Fue el que por ti el cumplió
Con su sangre preciosa el limpió
Toda la escoria e inmundicia
Que afeaba tu vestidura
Transformando en blancura
Todo lo que con sus manos el toco
II
Su amor por ti fue inmutable
Al realizar una labor admirable
En toda tu existencia
Y con su excelente sapiencia
Te moldeo a su conveniencia
Hasta crear de ti una hermosa vasija
Que le rinda honra, honor y pleitesía
A su salvador y su creador
Y te constituyo como su hijo
Te ha dado protección y abrigo
Y siempre te ha dicho al oído
¡Mío eres tu¡
Del vientre de tu madre te ha escogido
Y con la sangre del cordero te ha redimido
Para que el mundo sea testigo
De su poder transformador
III
Su protección es inminente
Porque tu poder está presente
En cada paso que doy
Y tus preciosas promesas
Me acompañan día a día
Serán la dulce fuente
Que de manera eficiente
Mantendrá mi fe latente
A pesar de la adversidad
Porque tu bondad y tu equidad
Equilibra mi balanza
Y en ti centro mi confianza
Porque tú eres el Dios de lo imposible
El que mi alma redime
Con su Espíritu Santo
Llenando todo mi cántaro
De la unción que llega de lo alto
IV
Para mi es virtuoso saber
Que mucho antes de nacer
Me escogiste como tu hija
Me esculpiste como vasija
Una vasija de unción
Y me diste el excelso don
De crear lindas poesías
Que se transforman en gratas melodías
Para perfumar tu altar día a día
Con fragancias celestiales
Porque están impregnadas de bendiciones
Preciosas y excelsas oraciones
Que tu alma robustece
Y tu fe en Jesucristo crece
Cada vez que mis versos sigues
Porque sus preciosos matices
Cambian de hermosos colores toda tu existencia
ENEIDA JOSEFINA BRAVO REALZA
POETISA DE JESUCRISTO
EL BAÚL-VENEZUELA
27/01/2.019
06:35 A.M