MIRADAS
Me aturden esos ojos que me miran de frente
exponiendo en su brillo su verdad interior;
sentimientos que afloran nítida, claramente
mensajes que me gritan en silente clamor.
Son miradas de odio, de horror, de desespero,
de tristeza, de hambruna, de ruina, de temor,
que se clavan en mi alma como dardo certero,
provocando tormentas de frío abrasador.
Y a pesar de aturdirme, remueven mi conciencia,
me obligan nuevamente a desviar mi mirada
por no ser consecuente con mi fuero interior.
Y otra vez me propongo, obrar en consecuencia,
consternado de nuevo, mi conciencia tocada,
pensando nuevamente: solo es cuestión de amor.