Traigo tierra en mis manos,
De cuando caí del cielo,
Traigo recuerdos intensos,
Como el miedo a seguir viviendo.
Suspiro, es vaho de mi alma,
Una con olor a petróleo,
Nada en mi es idóneo,
Ni los sueños de mí almohada,
Paso las páginas de mi diario,
En numeradas por días,
Me quede tan tranquilo el primer día,
El resto de hojas están vacías,
Cada una de mis grandes victorias,
Son gracias a mi ira,
Al odio de todo aquello que me rodea,
Soy uno más, uno que no se refleja,
Desencanto de cielo,
Corazón muerto,
Alma oscura,
Tiempo sin gloria,
Mis palmas sangran,
Por empuñar para sentir,
Por ser libre y no respirar,
No quiero nunca más suspirar,
¿Recuerdas aquel puente?
Ayúdame a este diario tirar,
Que sea el agua que borre,
Lo único que tiene,
Mi nombre.