Marjoenco

Una poesía

Una poesía brota de mí

como un ser que goza

de la más pura autodeterminación.

Ella me dibuja

  su belleza contornea mi alma

e ilumina hasta la noche más cerrada.

Me acaricia con cada verso

que mi mano suelta 

y es su voluntad

hacer que me exilie 

de esta ficción mal actuada,

la realidad que no soy.

 

Una poesía me hace

mientras la hago,

 no sólo yo la escribo,

  ella me escribe y esculpe e inmortaliza,

me sueña. me vive. me goza.

Ella es la artista,

la gran actriz de la pasión y los sueños.