Mi sol eres tú, mujer,
Enriqueces mi alegría;
Terminas melancolía
Con tan sublime placer;
Mi sol eres tú, mujer,
En mi salud y agonía,
En el decir que eres mía,
En la dicha o el padecer;
Mi sol eres tú, mi bien,
Y gran consuelo es tu amor;
Eres mi meta, también,
Y además, ese fulgor
Que a pesar de ser desdén,
SIEMPRE SERÁS, LO MEJOR…