El cálido perfume del ayer...
Se enreda muy despacio,
Entre madreselvas
Desnudadas de crepúsculo.
Los ángeles ignotos
Sueñan sueños sin caricia...
Y un cisne azul y malva,
Se disuelve tenue...
Entre campanarios
Deshojados de latido.
La nívea gota de rocío
En su brevedad otoñal...
A veces roza mi mejilla,
Entre alboradas
Desgastadas
De silencio.