He de pagar mis deudas con la vida,
he de sentir el precio de mis pecados,
he de andar errante y sin guía,
hasta curar las heridas de tus llantos.
Culpable me confieso de lastimarte,
Y no me excuso ni te miento,
Ya los años han de juzgarme,
por todo el daño que te hecho.
Qué te he querido, no lo dudes!
Ha sido lo más sano y sincero.
Fue la rutina y la costumbre,
Que rompió nuestro amor sin saberlo.
No puedo sanar tu corazón,
no estoy en la capacidad de hacerlo,
siempre habrá una razón,
para comenzar de nuevo.
Ahora me despido, mi amor.
no quiero hacerte mas daño.
Podrás hoy sufrir,
con el tiempo me habrás olvidado