Alma vacía
mayo 26 de 2018
Vacía se halla el alma, no hay congoja,
no duele, no percibe ni una pena,
por tanto, no responde, nada arroja.
Se siente fenecer enhorabuena
por eso se levanta enhiesta y vuela
remonta las alturas, muy serena.
Refleja su silueta en una estela
lanzada al infinito en un instante
en busca del lugar que la consuela.
La luz que la recibe es desafiante
la pone en entredicho si es preciso
o avala su regreso delirante.
Allá en su pulcritud, que se deshizo
vacío el corazón ya no palpita
y es una bendición un paraíso.
Con una pincelada bien se excita,
comienza el palpitar en forma grave
y al llanto y al dolor vuelve y lo incita.
Ariello
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