Una paisana forma parte de esta gran familia.
Gran corazón, delicada pluma, sonrisa agradable, hermosa criatura.
Oriunda de una hermosa tierra venezolana, Maracaibo, Edo Zulia. Tierra rica por su abundante oro negro, pero más por sus habitantes. Gente simpática, agradable, pronta al humor, trabajadores y amantes de la vida. Grandes luchadores, hombres y mujeres fuertes, sinceros y emprendedores.
Cuentan que cuando nació Ensoñación (ya su seudónimo es un poema), el relámpago del Catatumbo, iluminó como nunca lo hizo, llegando su resplandor a lejanas tierras desconocidas. ¿qué iba a ser esta preciosa niña? Una gran mujer, digna representante de su tierra.
Disfruto de sus escritos, sobre todo al atardecer, acompañado de un buen café. Sabe tocar las fibras íntimas del ser.
Me agrada ver su juvenil rostro en mi rinconcito poético, con delicadeza y elegancia deja su sutil fragancia.
A ti, Mon Ciel querida, una abrazo fuerte y sincero. Sabes que te quiero y eres un ser especial. La musa siga formando parte de su ser esencial.
Gracias manita del alma por tu cariño y cercanía, vaya suerte la mía.
Muchos años el señor nos ha de regalar, para seguir creciendo en hermandad y amistad.