Le grito perdón al viento
esperando que algún día sea mi mensajero.
Y que dentro de mil años llegue a ti diciendo
que fue de sollozos,
con sabores de arrepentimiento.
Que recorrió páginas, valles, ríos,
y llegó en un invierno a visitar tu morada.
La misma donde tu puerta yo tocaba
y tu sonrisa por mi fue asesinada.
Frases ahora son las rosas que dejaba cuando visitaba
a tu hogar.
Niña de sonrisa bonita.
¡Cuanta pena me da!
-Esteban Alvarez Meza.