El viento se hace cada día más reconfortante
Lo siento en la flor, en el polen que come cada día
Veo como mis ganas de seguirte se van poniendo secas
Como la hoja del jacarandal, estudioso árbol de pensamiento llega a una conclusión
El viento me susurra los secretos del cosmos, los cuento con mis dedos
Cuento cada lágrima que derramé y sigo derramando por nuestro amor
Más la noche me da su abrazo y reconforta el ego
Los ecos de las promesas terminan de retumbar en las últimas piedras del templo destruido
Todo se resume a polvo, ceniza y cicatrices