Me escondo detrás de palabras y versos, aún no sé quién soy, para dónde voy, la música alta y el alma un poco baja, cayendo a pedazos por culpa de comentarios inescrupulosos y provenientes de unos cuantos a los que no les debemos nada y que nada nos van a dar.
¿Hasta cuándo vamos a permitir que las opiniones ajenas tengan validez en nuestras vidas?
Tal vez esto más que un poema sea un desahogo, tal vez usted igual que yo se odie un poco por permitir ser pisoteado y no poder articular una palabra, sino, escribir casi en el anonimato con la esperanza de que algunos cuantos lean y comprendan...