El corazon sintió
un deseo más de servicio
como ministro eucarístico
y la llama de fuego brotó
de pronto un desaliento alguien me dió,
yo le clamé al Señor y mis oraciones envié
unos días después el sacerdote pidió
ministros eucarísticos y mi semblante cambió
una luz humilde y dispuesta a seguirlo me llenó
muy pronto el cuerpo de cristo daré
por la voluntad de Dios que me eligió
es sublime privilegio que abrazo con amor
para continuar esta misión que el me dió
en la respuesta de mi oración.
Rosa Maria Reeder
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