Rafael Miranda

MirĂ¡ndonos

 

Me miras: recuerdas, tiemblas, obligas

al cuerpo terco herirse con mis besos,

pero, aun así, indulgente, olvidas esos

viejos comienzos, y, amante, me abrigas.

 

Te miro: no pienso, quiero. Fatigas

al silencio; de estos áridos huesos

florecen ya arte, carne y sangre ilesos

del sueño eterno. ¡Ámame!, no lo digas…

 

Nos miran: somos mentiras, lágrimas,

esperanza, afirman. Enfermos, necios,

hambrientos ya se alivian. ¡Son víctimas!

 

Nos miramos, gozamos los aprecios:

guerra, juego, anhelo, salud que animas,

con tu alma, perro, amigo… ¡Vicios y ocios!