Mi garganta está apretada,
mis ojos permanecen rojos,
esta lengua no responde,
hay grietas en mis labios,
y el pulso de mi sangre palpita,
como un tamborilero anciano,
ya sin fuerza,
ya sin ritmo.
Estoy hecha de tu imagen,
las líneas de tus dedos siguen como estampa,
siguen en mi cintura,
en mi espalda,
en mi cuello,
en todos los caminos de mi,
en los que solías vagar de ida,
y de regreso,
cada día.
La humedad de tu saliva traza mi cuerpo,
el vapor de tu aliento eriza cada hueco,
y se revuelve voluptuoso,
con mis pensamientos.
Encuentro nuevos lunares en mi pecho,
son los mismos que en ti desaparecieron.
descubro en mis costados cicatrices,
las cicatrices que me mostraste.
No distingo mi reflejo en el espejo,
y el espejo está roto,
todo a mi alrededor se percibe en distorsión,
la imagen que veo entre pedazos me recuerda a ti,
eres tu y soy yo,
en un mismo tiempo.
No sé si me tocas en la noche cuando duermo,
o son mis manos,
apenas despiertas,
emulando tus deseos.
Camino sola,
hablo sola,
escucho tu eco conversando,
recuerdo cada frase,
imito tus gestos,
sé lo que piensas.
Me adelanto a tu voz,
sé que quieres ir junto de mi,
pero nunca aprendiste a sentir.
Haré mi valija,
o lo pondré todo en una caja,
lo envolveré en papel negro.
Te entregaré mi piel,
te dejaré mi corazón,
y esas fotos que sólo eran de los dos.
Te doy todos esos besos,
ya los empaqué para ti.
Llévate todo otra vez,
escoge lo que quieras de mi cuerpo,
este cuerpo que es de nosotros.
Llévate todo otra vez,
regrésalo cuando no esté enfermo,
regrésalo cuando esté limpio,
cuando todos mis trozos se hayan unido,
regresa todo cuando quieras estar aquí,
libérame de ti,
y después empecemos otra vez,
empecemos otra vez a vivir.