Gotas, caen gotas por mi mejilla,
como vaticinando que algún día
el mar envestirá mi frente
con la sal producida por tus lágrimas
¿Cuál mar?
¿El mar de deseos reprimidos?
Ese mar que contemplamos
cuando nos pensamos, cobardes
Ese sabor a cielo que degustábamos
cuando tocaba tu relieve, tus fosas,
y ambos cerrábamos los ojos a la vida.
Gotas, resbalan gotas por mi mejilla,
como vaticinando que algún día
el mar embestirá mi oído
con el sonido de tus gemidos;
y de tu silueta chocando en mí
cual olas en el Malecón
Pero… ¿cuál mar?
¿El mar de silencios calculados?
Ese mar que hacías-hacíamos
cuando quedaban palabras-ninguna,
y recurríamos a mirarnos
y un invisible sol vivo nos quemaba
y teníamos que mirar a otro lado…
o al techo, si la distancia nos separaba.
Gotas, gotas acarician mi mejilla,
como vaticinando que algún día
el mar revestirá mi frente
de un lejano color azul
¿Cuál mar?
El Caribe de tu sonrisa
El Mediterráneo de tu mechón
El Egeo de tu arrogancia
El Muerto de tu partida…
Te extraño.