Después de tantas noches frías
recordándome aquel día
que escuché tu simple adiós.
Después de tantas ironías
que me mostró tu partida,
hoy te veo como la más bella flor.
Después de tantas fantasías
que viví en aquellos días
que el destino nos brindó.
Vuelves tarde y simplemente
a clavarte en mi mente,
a remover lo que tanto quiero yo.
Yo quiero amarte…,
despertar todos los días
a tu lado, en esta vida,
hasta que nos lleve Dios.
Yo quiero amarte…,
inventar mil alegrías,
aplacar todas tus iras,
ser para ti lo mejor.
Ahora entiendo que el pasado,
por más llanto, no ha borrado
tu nombre de mi corazón.
También siento que a los años
son más fuertes tus encantos,
y más sensible mi profundo amor.
Yo quiero amarte…,
con infante desmedida,
con pasión tan atrevida
que remueva tu razón.
Yo quiero amarte…,
no me importa la hora y el día,
tampoco que eres mujer prohibida,
porque así también me siento yo.