Comparece mi cuerpo:
se le acusa de sentir demasiado.
Hay indicios que, aunque no son del todo concluyentes,
pueden hacer pensar en un incumplimiento de la ley disponible.
Por mostrar unos síntomas:
ocurrió que a una estatua picada por los pájaros
se le perdió una lágrima, y yo, rápidamente,
puse mi devoción para encontrarla,
después de varios meses la encontré: estaba recorriendo mis dos ojos.
La fiscal se muestra inexorable: ¿ es cierto que le asaltó un temblor
cuando la pianista, antes de comenzar,
preparaba sus manos
para ofrecer al público
la gran sonata en si menor de Listz?.¿No es verdad
que en mitad del concierto
usted quiso saber qué era estar viva
y puso el corazón en su regazo?
Dígame:
¿Don Mengano de Tal,
le sorprendió una vez
saltándose la norma a la torera,
y acariciando el lienzo “ La fragua de Vulcano”?
Señor, hay un testigo que dice haberle visto
soñando boca arriba en el puente de Blooklyn
mientras una paloma
se posaba en el hombro de la niebla emboscada. Son suficientes hechos
como para pensar que es usted ya culpable
de traspasar la contención del hombre, de infligir
nuestro código,
de convertir el mundo en cuerpo humano.