Juro que me provocaron sus labios de fiesta,
Quise rodearla por la cintura, con mis torpes brazos,
Aplacando así, esa tentación de tomarla que me invadió de repente
Mis manos florecidas surcan por su cuerpo imaginariamente,
Navego en el mar de sus ojos, buscando encallar
En las costas de sus sueños.
A su paso me impregno ese perfume
Que deshielan los glaciares de mi corazón,
Inunda mi ser, y todo lo que en mi habita, y por mi venas corre
Los ríos de una pasión que altero con su mirada fugaz
Se quiebra mi voz al nombrarla
Y ajadas quedaron las rosas en mis manos
Al no poder entregártelas, su boca de flor he deseado,
Y me preocupa saber a dónde irán a parar mis versos,
Que serán de mis sueños, juntare mis palabras,
Mis mejores rimas, encenderé la hoguera con la luna,
Reservare para ti, las alas, y volaremos juntos
A donde quieras.
Juro que al mirarte provocas tentaciones indomables
Y no controlo mis deseos que se mueren en tus brazos
Los días se convierten en primavera en cualquier estación del año
Y voy gastando sonrisas cuando me tomas de la mano
Ahora lo sabes, ya lo sabes,
Te amo, cuanto te amo, mi adorado pecado.