Ella tiene en sus brazos la mismas marcas,
que el preso en la pared,
contando los días,
ella quiere dormir en una estrella,
que le prometió un poeta,
que un día se intoxico con sus letras,
y no volvió a escribir.
A ella se le llenan los ojos de frío en plena primavera,
el reo espía al sol entre las rejas.
Ella se siente sola en plena fiesta,
escribe en la arena el nombre de su estrella,
descubre frases nuevas,
en aquellos versos viejos,
que un día le recitó el poeta,
busca la metáfora en estrofas sinceras,
pero las despedidas no agendan citas,
se excusan, pero no claudican.
Ella vive como una condena su tira de tristeza,
piensa que son eternas las tormentas,
y busca en su baúl de desilusiones
el paraguas de la pena.
Ella no duerme por las noches,
porque el espanto se le instalo en su pieza,
busca en su desencanto la manera de subir a la estrella,
el preso no duerme por las noche
porque prefiere soñar con ella.
Daniel Memmo