Él, él quema mi piel con su mirada,
en las noches de gélida y sobrante soledad,
en las que mis sueños asalta.
Él, es usted.
Soy suya, le pertenezco.
Porque aún sin contacto alguno, adivina lo que pienso.
Sabe que lo deseo...
Y sé que me desea con tanta fuerza,
tanto como yo,
que apenas reprime su fiereza.
Me siento suya,
sobre mí percibo sus manos.
Él es tan real, que aún no lo entiendo,
y me digo que no puede ser verdad.
Él, me llama, por mi nombre.
Sabe cómo me llamo, sin que se lo haya dicho,
me lee.
Sabe que lo quiero dentro de mí,
antes de que siquiera lo haya pensado.
Sabe que sus caricias fantasmas,
son el motivo de mis desvelos
y sus besos un vicio,
una agonía en la oscuridad, algo perverso.
Puedo... Oír su voz.
Y pienso:
\"¡No puedo estar soñando!\"
Pero sí es un sueño.
Un sueño que está ahí conmigo, cuando cierro los ojos, cuando se apaga la luz.
El está a mi lado.
Está entre las sombras.
Sé que siempre me ve dormir.
Mas no se, el cómo es que se mete en mis sueños,
ni el porqué.
A veces le he preguntado en mis ensoñaciones...
¿Por qué me hace agonizar?
¿Por qué no me toma al fin?
Acaso...
No ve que quiero morirme en sus brazos,
que por eso, dejo abiertas las ventanas,
y lo espero llegar;
que quiero que hasta mi ultimo suspiro sea suyo.
Y que esa es mi única verdad.
Hace 3 noches
que ya no ha venido. Y me pregunto...
¿Dónde estará?
Acaso no se da cuenta que...
Lo necesito.
Que le pertenezco.
Pues, aunque nunca ha sido mío, es tan raro, pero de usted no me olvido.
De: Diana Janeth Reyes Diáz.
( Diana Reydz)
Publicado el 01/02/19
11:02pm
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