Cuéntame que tienes el discurso que emocione a las masas,
que resolviste con tu filosofía disfrazar la hipocresía,
que escondes tu disfraz, para vender la pose transparente,
que hablas de las calles sin pisarlas,
que te explota tu barriga y rezas por los hambrientos,
que te esfuerza día a día en complicarte,
para que crean en tu discurso de un ser pensante,
que tapas tus miserias con grotescas excentricidades,
que la imagen de tus fotos es puro montaje,
que modificaste cada parte de tu vida pasada,
que a tus cobardías las borraste,
y hoy tus biógrafos te resaltan una vida llena de valentía,
que estaba escrito tu nombre en las profecías,
que a tu tierra de la miseria, la salvarías.
Te olvidas que la rueda gira..,
y que el poder que ostentas,
desaparece en un instante,
y en otro ambicioso en sus brazos cae,
espero que tenga la paz que sembraste,
que conserves tu rebaños de arlequines interesados,
que aún festejen tus malos chistes,
y te hagan sentir que les interesa oír tus aburridos relatos.
Cuéntame,
sin titubeo que se siente tener inflados los bolsillos,
y tan delgado a tu pueblo,
que tu ideología es un garabato,
que se dibuja cuando te da un buen trato,
que hay muchos comprados que justifican tu malicia,
pero no te olvides que mañana serán los que te critican,
No te jactes en la intimidad de tus fechorías,
hay miles como tú, orgullosos de sus tiranías,
pero no te olvides que jugar con fuego
en un polvorín de hambrientos,
termina en llamas mas voraces que las del infierno.
Cuéntame,
como te divierte este juego de ajedrez,
con peones hambrientos,
que con el discurso de banderas,
orgullosos bronces y canciones de guerra,
son los primeros en caer en la contienda,
pero no se confíen demasiado ni tú y el adversario,
porque un día los peones quizás no vean fronteras, ni colores,
y sus torres y reinados,
serán los que sean pateados de este miserable tablero.
Daniel Memmo