Escuchando la fragancia que suelta tu piel,
nunca he muerto por olvidarte.
Tu beso me nutre de sed sudando,
y no olvidaré la entereza de verte al despertar.
El ave de tu felicidad me ataca constantemente,
y el fénix de mi añoranza renace contigo.
Emigro al cielo para verte desde esta constelación,
que ilumina con tu pelo azabache,
tu caminar crea que, las estrellas
se formen con tu silueta,
y el mundo así, puede vislumbrar,
tu desfile en la noche.
Las galaxias se unifican, para contemplar
lo más brillante, que se ve por el espacio,
circula mi voz por cada planeta,
y el eco resonará por siempre en el universo.
Eternamente, te amo.