¿Cuántas veces oí tus latidos?
y hoy los oídos corrompen
cuando rompes mis soles
y tu camino no es el mismo.
Haz convertido el cielo
en un infierno distinto
donde la muerte es la vida
y la vida un espejismo.
Hubiese preservado tu cuna
de este plano infinito
pero tu alma lo siente
y tu cuerpo ha elegido
perderse en uno mismo
no tienes brújula en las sienes
ni en tus pies de espuma y río.