Y cierta noche, una de tantas,
donde las estrellas se hacen presente
en la profundidad del firmamento
y la luna llena brilla en todo su esplendor.
Entre pláticas, risas y carcajadas,
tu ausencia se hizo notar.
miré a mí alrededor,
lentamente y sin darme cuenta
una lágrima se divisó en mi mejilla.
De pronto, aquel buen amigo,
que considero mi hermano,
se acercó, se sentó a mi lado
y dándome una palmada en la espalda
me preguntó ¿Y la amas?
Rápidamente volteé la mirada
con felicidad en mis ojos
y sin pensarlo, sin más, ni más,
pude decirle con toda seguridad
¿Y cómo no amarle?
Si cuando llegó a mi vida,
me abrazó tan fuerte
que todos los pedazos rotos de mi corazón volvieron a unirse.
¿Y cómo no amarle?
Si cuando caí al abismo,
me tomó las manos tan fuerte
que me ayudo a salir de ahí
y me mantuvo de pie.
¿Y cómo no amarle?
Si cuando estoy triste,
con una sonrisa suya
hace que mi mundo vuelva a brillar.
Respiré profundo, erguí la cabeza
y una sonrisa salió de mis labios,
mi amigo me quedó mirando
y me dijo ¿por qué esa sonrisa?
Le comencé a contar cómo nos conocimos,
de las veces que salíamos a caminar,
de tu gran corazón y sencillez que te caracterizan
y me hicieron que cada día me enamorara más de ti.
Esa noche pude decir,
¿Y cómo no amarle? a esa hermosa mujer,
y no me refiero a su belleza física,
me refiero a esa voz que me estremece,
a esos ojos que me hipnotizan,
a esos labios que me esclavizan,
a esas manos que me acarician.
Me refiero a la humildad que de ti respiro,
a ese noble corazón que da la mano
sin esperar nada a cambio,
¿Cómo no enamorarme de ella?
si me conoce cuando estoy triste o
cuando quiero un beso.
si sabe que con un solo abrazo
puede decirme todo sin necesidad de una palabra.
El silencio se hizo notar,
en ese momento tan lleno de felicidad
melancolía, estabas ahí presente,
entre recuerdos viajando en cada una de mis neuronas,
entre besos clavados en cada poro de mi piel
entre caricias tatuadas en el fondo de mi alma.
Y puedo decirte aquí,
Sin pensarlo…
Sin dudarlo…
Mi estimado amigo…La amo.