Jordan Sanchez

Hay un aire...

Hay un aire que escapa de mí.
Ventarrón evasivo de mármol y vena.
Aire que obstruye el pulmón,
oxigeno placebo de una esquina enterrada.
Profunda brisa-ausencia, error  sin error.

Hay un aire...
Que más que aire, es espíritu,
es polvo con nombre,
es discurso de una falange arrancada
en la pradera de vientos y vientos perdidos:
Un levitar de la sensación,
mortuoria ventana a mí más allá.
Y más allá y más allá, y más allá.
Se encuentra el incendio,
la vela en el suelo, distante,
oscuro sol de bolsillo encaprichado;
rendido a la oscuridad doblada de risas.

Hay un aire que se va y se va,
y nadie lo alcanza.
Se va,
y…
Se fue.
Pero el viento regresa:
Bofetada de aire amarga.