Pasaste una tarde
Que llegaste cansada
Volando de lejos
Cruzándote el mapa
Con tanta inocencia
En tus años nuevos,
Con la madurez
De una vida atada
A la tradición
De familia altiva
Entre las casonas
Que hay en Gorostiaga.
Llegaste una tarde
Bajita, mimosa,
Juguetona, seria,
Abierta, cerrada,
Tu radio, su música,
Canto de nostalgias,
Con tu novio
En la cabeza,
Tus estudios
En la etapa
De completar
Las materias
Y tus ansias
De muchacha
Que baila estudiando,
Que juega y trabaja.
Llegaste unos días
En pleno verano
Y desparramaste
En dos pinceladas
Personalidad
Que siente y palpita
Con la melodía
En ojos castaños
De miradas suaves,
Las incongruencias
De chica que es grande
Pero aún es chica
Que quiere y no quiere,
Sale pero vuelve,
Cantando a la vida
En contradicciones
De tiempo y distancia.
Pasaste unos días
Junto con nosotros
Y nos arreglamos
De llevarte al río,
Al lago, al teatro,
Al puerto, al crucero,
Al baseball, al camping,
Sobre la canoa
Silenciosa y fuerte
Que cortaba el agua
Pasando las piedras,
Los pinos, los osos,
El camión, el ciervo,
La calle asfaltada
Que se volvió tierra,
El cielo y el sol,
Árboles talados
Con polvo en la cara
Cerca Montreal,
La ciudad amarga.
Nos quedó después
Un vago recuerdo
De la niña pulcra,
Fina y delicada
Que enseñó a mis hijos
A ayudar en casa.
Nos quedó el anhelo,
Frescura y nostalgia,
De Valeria llena
De amor y esperanza,
Simple y complicada,
Amable y sonriente,
Festejando siempre
Su amistad lejana.
Un feliz enlace
Desean los Quaglia
Desde el Canadá
De las playas heladas.