Tu carita de niño con esa extraña mixtura
de verdadera necesidad y a la vez dulzura,
cuando, tal vez, solo debiera haber amargura
me das ejemplo de la más sabia cultura.
Tu sonrisa natural ,fresca y tierna es ejemplo
y, es así, con la admiración que te contemplo,
y,es así, que en ti veo el más claro templo
mientras nuestra ceguera es contraejemplo.
Tu mirada mezcla de dolor y esperanza,
con esa inocencia que no pierde confianza
de que debemos amarte con semejanza,
a ejemplo de todas las Bienaventuranzas.
Lo que tú tienes es más que la riqueza,
tienes calor humano y tienes pureza,
tienes ojos sinceros y tienes nobleza,
tienes la invalorable y real grandeza.
Lo que no tienes es culpa de la arrogancia
de los poderosos que hacen jactancia
de vivir en una mezquina abundancia
que sólo es injusticia y cruel ignorancia.
MARCELA BARRIENTOS
Buenos Aires, Argentina
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