CONFESION...
Es soleada
la tarde en el hospicio.
Visitándolo....
El, con pasos sosegados
y mirada ausente
me saluda.
Dice sentir fatiga
un perpetuo crepúsculo.
Que jadea anónimo
en un silencio indetenible.
Dice ver hombres
sufrientes con cadenas.
Que lo consumen
en nostalgia sus recuerdos.
Que el futuro
es en el una creciente desazón.
Su mirada
cristalina y triste,
su voz
un constante balbuceo,
me conmueve y dudo:
¿Hay que disimular,
quien es el cuerdo en verdad?
A.C.F – FEBRERO 2019
ARGENTINA