Fui,
a recorrer los lugares, preñados de tus recuerdos,
Al camino que hacia para despedirte al final con un beso,
Al palacio de placer, donde saborear un pastel y un café,
Donde el hambre pide saciarse después del sexo pleno y placentero,
A donde desayunar croissant y un late para combatir el apuro en la mañana.
Fui,
a donde nació el pensarte, el extrañar, Tu cuerpo a lo ancho de la cama,
Tu silueta a medias, en el vapor de la ducha,
Tu copia en el espejo ahumado,
La tinta de los dibujos en Tu cuerpo.
Fui,
a ver el caminar sensual a la señal,
La sonrisa plena y franca que llenaba mis tardes,
La picardía en Tu mirada, la palabra aguda e inteligente,
lo encontré todo vacío, los espacios llenos no tenían Tu presencia.
Y me Fui,
con la esperanza de un día, una semana, un tiempo, donde volver a coincidir,
donde lo abarques todo, un sueño lejano y bello.