MIENTRAS SE ALCE POLVAREDA
SABES EN QUE DIRECCIÓN
VIENEN LOS CABALLOS...
Hoy te quiero igual que una tarde lluviosa
donde sólo mi sombra
traspasa el quicio de la puerta
es
igual quererte a las ocho quince de la mañana
(Sólo sé que te quiero)
Y no desde la esquina
ni la calle
ni la avenida que atravieso a diario
-ni las noches en que duermo acogido a tu brazo-
Sólo sé que te quiero porque no estás conmigo
porque me duele el alba
cuando las sábanas caen al piso
no es el frío que ahoga mis sentidos
ni mi cuerpo caliente que se desangra y gime.
Es simplemente mirar por la ventana
la madrugada que pasa que no cesa
es tener que olvidarte en el amanecer sin vida
es todo y nada ¡porque nada es lo mismo!
Imagino tu cuerpo -tu gesto-
Tu mirada
es este sortilegio que ha desprendido mi alma
por eso me complace tenerte cada noche
bajo este ensueño inerme
de quererte a una hora
sin importar mi muerte.