Descanso de verte, de hablarte, de amarte
Acariciadamente en tus besos me encuentro
En el paisaje amoblado,
entrelazado por las moles de orbe de aquella metrópoli que es,
sin llegarlo a ser.
Paso las miradas que aún conservo dirigidas
con un tic tac a las manecillas del que me dice
que debo dejar pasar el tiempo
para recibirte en mi desolado regazo.
Por. Carlos Alberto Lenis Garcia.