Ya no viene a ella
ni ella por él vá
el silencio los ha amordazado
hasta el alma les hizo callar...
El fuego se ha extinguido,
la chispa ya no quiere jugar;
el jilguero no revolotea ni canta
y la dama lentamente su ventana cerrará...
Nadie culpa a nadie
sólo la realidad se impuso aquí;
la fantasía fué castigada
y aquel sentir condenado a morir...
Testigo fueron las letras
y un secreto envuelto en poemas
que sólo los locos y sedientos
podrán descifrar y ver más allá...
No necesitaron tocarse
para desarrollar su pasión
se amaron a distancia
y tengan por seguro
que muchas veces se quemaron los dos...
ESMERALDA