Al murmullo del silencio danza la noche
mi alma sin ningún reproche se agita
sintiendo las caricias de tus dulces besos
enamorado el corazón al alba resucita.
Como costra salina voy ceñida a ti
el órgano dichoso al mil palpita
se desviste el dehesa sacudiendo el rocío
el flébil escrúpulo huye despavorido.
Rozagante está la sombra y yo boyante
nefelibata mezo mi quimera al compás del viento
galante el aire canturrea contento
en requiebros me brinda dulces garatusas.
Erosión de emociones arriban entusiasmadas
un rito de amor ofrecemos al crepúsculo
quien pone broche al juramento dado
ahí florece la ilusión fusionándonos en un solo ser.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Imagen tomada de Google.