Jamás premedité quererte tanto,
la flecha de cupido, fue certera,
tu gracia en mi sentir tendió su manto,
hoy ronda entre los dos flamante hoguera.
Fue por casualidad mirar tus ojos,
más bien tu ya intentabas, alejarte,
no intenté contemplar tus labios rojos,
y nunca imaginé llegar a amarte.
Iluminas las sendas de mi mundo,
hoy mi universo gira en tu mirada,
océano de amor que es tan profundo,
lo nuestro ha germinado de la nada.
Fue por casualidad el conocerte,
tal vez ya lo marcaba mi destino,
tenerte por mi vida fue mi suerte
teniendo tu presencia en mi camino.
Hoy quero que el presente fuera eterno,
seguir en el tenor que estoy viviendo,
envuelto en el amor tan puro y tierno,
de pronto en el amor ya estoy creyendo.
Se mueven en mi pecho mariposas,
de tus ojos me miro en el reflejo,
te ofrezco a ti las rosas más hermosas,
de la gloria contemplo ya un bosquejo.