La noche caía
Sí, seguro de eso estaba
Comenzaba a oscurecer
mis manos teñidas de rojo estaban.
Anochecía, Sí
todo se difuminaba
desgarradores lamentos resonaban
Jadeos constantes
en mente y alma
pesados gemidos
tristes consuelos
¿A quedado todo atrás?
corazón, no devuelvas la mirada
¿A quedado todo atrás?
Madre, esta noche no cenaré en casa.
Mi adrenalina superó a mi intelecto
¡mierda! choqué con su mirada
o quizá con los restos de su alma
Alma pura, inalcanzable
muslos de seda, intocables
cohibida sonrisa, simplemente deseable
toda una escultura, incapaz de amarme.
No podía cautivarte
así que tuve que tomarte
despreciaste mi gélida piel
ahora sé a lo que sabes.
Cuando logres llegar arriba
No cuentes a las demás
Fuiste la 530
A todas las amé por igual.
DEIDRETH MORQUECHO