Manuelsp

Doce vueltas al mundo te separan de mí

 

 

Hasta aquí, fue posible despistar y quitarse de en medio,

ah pero mi inclemencia tuvo siempre

una misma dirección,

la de los vendavales que se saben preñados

y esperan a dejar su voz intacta, su mente, por si acaso:

el sálvame si ves que no te miro.

Doce vueltas al mundo te separan de mí

y sin embargo

si supurase el lago Titicaca

cualquier lágrima tuya me haría zozobrar.

Pero sabes

que en estos tiempos sobran enfermeras

que vacunen del tifus

las calles y los túneles urbanos,

y es que ya no se puede confiar en los seres anónimos

que van cargando con un montón de estatuas

para después dejarlas en un parque,

indefensas,

cubiertas con un velo de nostalgia

 y un cartel( información sucinta)

que advierta del peligro que tiene el acercarse

y no escuchar sonidos, ni tragos,

ni lamentos,

ni una respiración que parezca mentira.