- Ahora estás a salvo de mi -
Estoy tranquila porque por fin entendí que el hecho de que estés lejos de mis defectos, me hace felíz a mi.
Sentir que no era suficiente persona o mujer para ti, me consumía y al final terminó por convencerme de que si lograbas escapar de una prisión con la puerta abierta, era porque realmente lo necesitabas.
Agradezco cada día por evitarte los buenos días a una mujer amargada, alivia mi alma que no tengas que dormir preocupado por lo inevitable; Le celebro a mi voluntad, el no querer ofrecerte mis ruinas, ni mis defectos, ni mi pena.
Y te agradezco a ti por haber dejado mi corazón sangrando cobardía, porque si no fuera por éso yo aún tendría voluntad para seguir tu rastro y te daría de nuevo, mi mano llena de miedo.
Espero que los días te sonrian en los labios, y el suspiro de la noche nunca se resista a tus brazos.
Deseo, que sea cálido, el lugar a donde caigan sobre suaves nubes, tus hermosos sueños...
Y ahora que estas a salvo de mi, nunca más vuelvas a sentir miedo.