Esa dulce manía de extrañarle
al brillar el sol añoro su voz
y el pensamiento vuela veloz
eso me hace cada día adorarle.
La nostalgia me invade si no está
nada me estimula a seguir adelante
lo nombro en silencio cada instante
cierro los ojos, como lampo se manifiesta.
Medito mirando el ancho mar
solo avizoro un cumulo de gaviotas
que susurran entre ellas bellas notas
su figura venusta vuelve a asomar.
Intensamente lo vuelvo a amar
todo lo que me rodea me recuerda a él
latente el corazón vuelve a pulsar fiel
adoro la grata obsesión de su nombre proclamar.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.