Entre tantas personas
nuestras manos se enlazaron.
Fueron tus ojos,
luz y destello de pasión.
No quería a nadie más,
sólo tu voz.
Como ráfagas de viento,
nos perdimos en el intento
ahora quedo sin aliento
sin poder sacarte de mis pensamientos.
No entiendes mi situación, es todo peor.
Solo tu recuerdo
cada noche bajo mi almohada
desahogando las aventuras
que en fogaje se conocieron.