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Cocaína

 

Blanco color,

Aléjate de mí,

Mágico polvo,

Ya rota tienes mi nariz,

Y cuanto he perdido gracias a ti,

Cuantas horas de sueño perdí,

Momentos, cariño,

Familiares y amigos,

Y ni un gramo más,

Ni uno más,

En mi cuerpo mal herido,

Un gramo puede pesar,

Mucho más que una tonelada,

En este débil ser,

Que otros pesos  ya debe comenzar a cargar.

Mis números frecuentes quiero cambiar,

El de mis hijos por el de aquel tipo,

Que vicio y perdición me suele entregar.

 

Blanca dama,

Tú que me envenenas,

Me arraigas a la locura,

Y me llevas por el camino fácil

Hacia el lugar oscuro,

Te dejo hasta aquí,

Pues nuestra amistad,

No fue reciproca y jamás,

Jamás,

Me mostraste la verdad,

Egoísta y poco sincera,

Al principio,

Todo era fugaz,

Cautelosa y sigilosa,

Me querías atrapar,

Ahora en silencio,

 Aquí me tienes,

Destruido y perdido.

 

Entre sombras de árboles sin hojas,

Con mi mirada hacía el suelo,

Y en el charco veo mi reflejo,

Veo a mí ser,

Con algo de luz,

Observo en mí la sonrisa de mi hijo,

En mis ojos a mi viejo querido,

 Y a mi madre en la lágrima que por mi mejilla ha caído,

De compañera no vas más en mis bolsillos,

Ni un día más.

 

Blanca princesa,

Hoy me despido,

Y solo me dejas mi corazón herido,

Pero te dejo en el olvido,

Con mi ser vacío,

Y gracias te doy para traerme hasta aquí,

Y ver que en mí,

Mi alma me acompaña,

Me ilumina,

En este túnel,

En donde por fin veo algo de luz,

Y diviso

Una…

Lejana salida.