Gracias Dios por escuchar
mi ruego, por apartarla
de mi vida. Yo no era feliz
con ella hasta con el
pensamiento, porque no era
el hombre que vivía una vida
de amor, hoy tengo poco,
pero a mi lado no está.
Como gozo de la libertad,
hasta su celos eran enfermizo
que yo sufría al ver su malvado
corazón, que pena con ella
que no tiene quien la haga feliz,
por su mal proceder, rezó para
que cambié y tenga una vida
tranquila a lado de quien
la ame de verdad, porque
a mi lado no vuelve más.