Furia y Tempestades
que se desbordan sin mella
ni luces,
en tus Sombras,
y en cada Oscura
Noche de los Tiempos,
grávidas y sin perlados
diamantes que enciendan
éste,
tu Camino
sin rumbo…
Crepúsculos y azahares
que aún no han florecido
en este funesto estío…
Son palabras no dichas,
y nunca escritas,
carbones al fuego
y añiles cenizas
que se han volado cono gaviotas
en el Viento de los Mares
de tu Memoria,
nunca compartida…
Furia del Destino,
pesarosa y desfachatada
que te anega,
invisible, inasible…
sin dejar percibir huella alguna.
Tiempos
de las negras Tinieblas,
de tu alma,
tan distante
que se pierden entre
las llamas carmesíes y ocres
de tu Vida.
Enciendes velones y cirios
vanamente, sin efecto…
en la salvaje selva con la
que diariamente lías,
Extraño pasajero eres,
sin remedio,
de los Pesares del Destino.
Destino que ignoras
en el encaje fraudulento
de los velos
de tus más temidos Sueños
y opacas Pesadillas…
Corazón hecho pedazos,
alza tu mirada y busca
en la profundidad incognoscible
de aquel celeste cielo,
que te niega,
el rumbo pedregoso de
tu camino…
hasta que tus mudos lamentos
y disfraces,
se troquen catárticos
en estos versos
sin sentido.
Serás como los Otros:
la vastedad de lo Efímero…
Un fantasma ambiguo
de tu brevedad
que se fermenta
irremediablemente
cada día..
en el desconocido Universo
poblado de incógnitas…
que no posees
ni te pertenecerá Nunca,
y que no será Jamás,
ni Tuyo ni Mío.
(Patricia)